Haz un hoyo 2-3 veces más ancho que el cepellón y que sólo sea suficientemente profundo para que la parte superior de las raíces quede a ras de tierra.

Quita toda etiqueta, alambre o cuerda.
Retira el árbol de la bolsa o maceta y afloja suavemente las raíces. Recorta cualquier segmento de las raíces que bordee el cepellón o la base del tronco.
Si vas a plantar el árbol cerca de una acera, colócalo de modo que las ramas no obstruyan ni la acera ni la calle.
Coloca el árbol en el hoyo, asegurándote de que el árbol quede derecho y que no esté demasiado bajo ni alto en el hoyo. Puedes dejar el mango de la pala encima del hoyo para comparar el nivel del cepellón con el nivel original de la tierra.
Rellena el hoyo con tierra. Presiona suavemente sobre el cepellón para sacar aire.
Vacía una bolsa entera de abono alrededor del árbol, creando la forma de un anillo (sin permitir que el abono toque el tronco), y no la forma de un volcán. Es posible que el área abonada resulte más ancha que el hoyo.
A medida que crezca el árbol, desmaleza el macizo. Cuida de no chocar contra el árbol con el cortacésped ni la bordeadora... ¡podrías matarlo!

Guía: Cómo Plantar un Árbol